sábado, 12 de julio de 2014

El Universo Mágico de Vanessa.

A veces pensamos que lo que hacemos es muy insignificante cuando no obtenemos los resultados deseados.

Cuando trabajamos duro, ponemos amor y empeño en algo y no obtenemos el reconocimiento esperado nos venimos abajo, nos deprimimos y nos asaltan las dudas de si estaremos en el camino correcto, o por el contrario, sería mejor tirar la toalla.

A mi me ha pasado, y me ha pasado con mi blog. También con mis páginas motivacionales con el mismo nombre. Me ha pasado con todo mi Universo Mágico.

Empecé a escribir en el después de mi lectura de "El Árbol de la Vida" de la Cábala. En esta lectura y, entre otras muchas cosas, se me pedía que escribiera. No tenía ni idea de que podía contar, tampoco como crear un blog ni mucho menos si a alguien le interesaría o no.

A las pocas semanas, y de forma casi mágica, los recursos se me fueron dando, algunos con facilidad, otros no tanto. Aún así, todos llegaron a mi para que pudiera darse.

Empecé a escribir en el con todo el amor del mundo, quería transmitir, deseaba contar, comunicar, inspirar y compartir todo lo que me iba encontrando como terapias, herramientas, cursos, etc, por si podían servirle a alguien.

También y, poco a poco, empezó a servirme de terapia, podía contar lo que se me ocurría, lo que pensaba. Podía dar interpretaciones de sueños, cosa que me apasiona, y muchas cosas más.

Pronto cree la página de Facebook, Instagram, Twitter, Google+, etc...todo un canal motivacional con el que poder ser yo, con el que poder hacer lo que debía hacer, escribir.

Hoy quiero contarte algo, algo que  durante un tiempo me ha dolido, y no poco. Lo bueno es que tiene un final feliz, como todo, por que si no es feliz, no es el final ;)

Hace unas semanas estuve apunto de deshacer el blog y dar de baja las páginas. El hecho de poner tanto amor en algo y ver que los que dicen ser tus amigos jamás lo lean, y si lo hacen, nunca comenten, le den un triste "me gusta" o te digan que lo estas haciendo bien me ha hecho tambalearme en algún momento. Tanta resistencia a incentivar, elogiar o apoyar me duele. Me duele en general, no solo cuando va conmigo, también cuando va con los demás.

Es una de mis máximas de vida, lo pongo en práctica a diario, no sé vivir de otra manera. Adoro elogiar a alguien por el trabajo bien hecho y ver como se endereza y se le iluminan los ojos. Amo profundamente hacer ver a los demás que son capaces, que ellos pueden, que son increíbles, me encanta coserles alas y verlos volar...
A esto se le llama Akahai en lengua Hawaiana, de esto os hablaré otro día.

El caso es que un día, hace unas tres semanas, decidí al acostarme, que lo primero que haría al día siguiente seria cerrarlo todo, deshacer el blog, dar de baja las páginas y olvidarme de mi amado Universo Mágico para siempre.

Pero como el Universo es el que manda y el que mejor sabe que le corresponde a cada uno y donde debe estar, a la mañana siguiente, y en los sucesivos días, fueron ocurriendo cosas que me demuestran, una vez más, que la mágia existe y, mires donde mires, ahí está.

En mi bandeja de entrada me encontré un mensaje diferente, especial. Siempre tengo unos quince o veinte para saludarme o regalarme la oportunidad de interpretar sueños, o preguntarme por las llaves Cristicas del blog, pero éste era diferente.

Se trataba de una chica de quince años que me contaba que había pasado por una depresión importante, que justo cuando había pensado quitarse la vida encendió el ordenador, vio mi página, empezó a leer y cambió de opinión. Se había dado cuenta de que ser feliz es posible.

Tres días después una maravillosa mujer que había sido maltratada durante años por su marido me escribió para contarme que había puesto fin a ese infierno, a raíz de leerme, entendió que ella podía, si recuperaba su poder acabar con eso.

Otra persona me contó que pasaba noches leyendo el blog, y que incluso, alguno de mis post adornaba su frigorífico después de imprimirlo, pues le encantaba mirarlo y leerlo a diario.

Una señora me pidió permiso para coger parte del contenido de la carta que escribí a mi hija "Mi querida Anghelika" para la fiesta de graduación de su nieta. No solo le di permiso, si no que me senti profundamente honrrada. El Amor que en esa carta expreso es universal, y si a alguien le llega mi forma de expresarlo por supuesto puede cogerlo. Me está haciendo un regalo.

Y por último, hace unos días me escribió un señor para contarme que llevaba 28 años buscando a su familia biológica, vivían a solo 300 km de distancia, pero se encontraron por medio de mi página. Aun se me ponen los pelos de punta.

Todos ellos viven a miles de kilómetros de distancia, algunos en otro continente, todos personas desconocidas que me escribían para agradecerme y no sabían la gran bendición que me estaban regalando.

La gran bendición de volver a ilusionarme, de volver a creer en lo que hago, de escribir no para "los amigos" si no para todo el mundo, viva donde viva, este donde esté. La gran bendición de saber que lo que hago tiene un propósito, sirve para algo, le sirve a alguien. Me habéis dado el regalo, sin saberlo, de recuperar mi Universo.....mi Universo Mágico.
Por ello GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS infinitas <3

Cuando sientas Amor al hacer algo, hazlo. No importa que tu mundo inmediato, aparentemente, mire a otro lado.

Acuérdate siempre de una cosa: Tu misión de vida no es para tu familia, ni tus amigos ni tus vecinos y tal vez no lo sea ni para ti.

Tu misión de vida es para el mundo entero y llegará a quien tenga que llegar donde y cuando deba llegar......Y tú, eres el maravilloso canal que lo hace posible.

Gracias por leerme <3

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