Me cansé de no Ser.

Me cansé de los brillos y de la purpurina.
De la búsqueda de aplauso y de la aprobación ajena.

Me cansé de imponerme a toda costa y de llevar razón.

De manipular regalando mi hermosa sonrisa a quien no quería.

De dar mi alegría a quien no la pedía.

Me cansé de volver a casa, con la pesada carga de la amargura y el resentimiento, al ser despreciada tras ofrecer una ayuda que nadie pedía.

Me cansé de la acción sin tener energía.

Me perdí en el No Ser, fruto de lo que el mundo exigía.

Pero un día descubrí mi Diseño, y ese día cambio mi vida.

Me enamoré de la magia que el escondía.

Descubrí mi belleza y mi geometría.

Hubieron resistencias, más por que no lo entendía.

Ahora lo entiendo, lo acepto, lo honro y me rindo a el. Entender mi Diseño me ayuda a amarme con todo mi Ser.

Me enamoré de mi calma, de mi aparente no hacer.

De la presión de mi mente, que me ayuda a crecer.

Me enamoré de la paciencia, dejó de ser mi enemiga para ser mi aliada, de la aventura que esconde la espera, me enamoré del hecho de esperar a ser invitada, reconocida, amada.

Me enamoré de mi sano egoísmo siempre tan criticado. ¿Como podría enseñar a otros el valor de respetarse y amarse si yo no tuviera ese tesoro dentro de mi?.

Me enamoré de mis dones y mis talentos.

De la vida en calma, de la no resistencia.

Me enamoré de mi Diseño, me enamoré de mi y esa es la máxima garantía de que siempre seré Amada y apoyada para vivir.