¿Cuantas veces hemos tenido que oir en nuestra vida aquello de "aprendiz de mucho, maestro de nada"?.
Cada vez que emprendiamos una nueva busqueda, que nos dejabamos llevar por las ansias de apender, o de explorar algún mundo nuevo que captaba nuestra atención, aparecia alguien a recordarnos la importancia de concretar y de focalizarnos en conseguir algun tipo de maestria, dejando de lado la práctica de buscar información con auténticas ansias, pues asi era como nos sentiamos, hambrientos de conocimiento.
La última vez que escuche esto recuerdo sentirme bastante ofendida, pués lo interprete como una forma de despreciar mi enorme curiosidad, reconozco que no tiene limites.
Tal vez si lo que pretendes es ser un maestro de matematicas debas centrarte en las matematicas, pero creo, que a estas alturas y si has leido algunos de mis post, sabrás que no me refiero a ese tipo de maestro ¡no! yo estoy hablando del maestro espiritual, aquel que guia a otras personas y les descubre un camino de infinitas posibilidades, aquel capaz de mostrar los secretos que estan ocultos a nuestro mediocre entendimiento, el que nos hace ver la magia que se esconde tras cada desafio de la vida, de esta clase de maestro hablo.
No puedo imaginar que este tipo de maestro sea capaz de frenar en seco, en ningún momento de su vida, la necesidad de continuo aprendizaje.
Es más, me atrevo a decir, que para llegar a ser algun dia un auténtico maestro espiritual, es necesario una mezcla de eterno espíritu de aprendiz, de buscador incansable y de ser inocente con ansias de apender.
He conocido maestros de diferentes disciplinas con los que no he podido hablar de ningún otro tema pues ninguna otra técnica, filosofía o conocimiento supremo ha despertado en ellos el mas minimo afán de busqueda.
He quedado atónita al comprobar que comercilizaban con una enseñanza sin conocer los cimientos sagrados que la sustentaban.
Mi mayor decepción tal vez ha sido cuando he comprobado las reticencias de algunos "maestros" a otorgar maestrias.
De esto quiero hablar más detalladamente.
Un autentico maestro, entiende y sabe, que su única misión como maestro es la de enseñar a sus alumnos aquello que el ha venido a aprender.
Comprende que la única forma que tiene de obtener su propia maestria, es otorgando conocimiento a otras personas, que aún acercandose al maestro con forma de aprendiz, vienen a enseñarle algo.
Un autentico maestro, tiene como fin formar maestros, pués a través de sus "creaciones" obtendrá su propia maestria.
Querer que tus discipulos lo sean eternamente no tiene nada de maestria, pues es una acción basada en el miedo y no en el amor, el amor que sentirá un auténtico maestro al ayudar a su alumno a convertirse en su propio guia, pudiendo algun dia, ser totalmente independiente y libre del que le enseñó a serlo.
La información, el saber o el conocimiento no son como una cajita de cromos, que al repartirlas te quedas sin nada, al contrario, en esta materia a más generoso eres más sabiduría y amor generas en el mundo.
Por todo esto y por mi convicción inamovible de que significa realmente ser un maestro, he decidido cambiar la frase "aprendiz de mucho,maestro de nada" por un concepto mucho mas amplio y mas real que vendria a decir así:
"Aprendiz de mucho, maestro de vida. Aprendiz de mucho,autentico maestro".
Por que solo aquel capaz de aún sabiendo seguir aprendiendo, de aún teniendo respuestas seguir haciendose preguntas sin descanso y aunque llamado por las masas maestro se sabe aprendiz es digno de tal distinción.
'Querer que tus discípulos lo sean eternamente no tiene nada de maestría'. Así es, por propia experiencia, es triste comprobar que te están 'tendiendo una mano' más por interés económico que por brindarte una maestría, alargando la terapia más de lo necesario y resultando esto contraproducente. La vida enseña :)
ResponderEliminarMuy buena la entrada, gracias Vanessa.
Es verdad que enseña mucho la vida...gracias cielo por tu comentario! <3
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